viernes, agosto 26, 2011

Vieja señora de caminar cansino.
No son tus harapos el llanto de nosotrxs. Quizas tu sonrisa intransigente, quizas tu sabio silencio. Cruel silencio de pocos parrafos y punto final. De soles tibios y malestar estomacal. Hordas de valientes y temerarios; morlistas y apatridas; feriantes y mercenarios, se muerden los labios y cantan por no llorar en tu visita. Inocente transeunte e eternas evasiones. Visitante de lxs tan fuertes. No vuelvas sin avisar