jueves, noviembre 06, 2008

Pasos & Luces

Suelo cerrar la puerta de casa con el pecho cargado de colores. después siempre viene el después. Saboreando la desidia de la vida con relojes, pisoteando y pisando al menos se puede caminar. El sol va rajando el cemento, el agua sigue refrescando, mientras respiramos y vivimos mirandonos a los ojos para escuchar mejor. Podemos entregar sin vaciarnos los bolsillos, donde las manos simularán un descanso. En las calles pasan los autos y colectivos, tan ciegos; tan sordos, se puede caminar a su costado si las lucecitas dan el permiso. Lucecitas, brillantes, para aplaudirlas o cerrar los ojos bien fuerte. El camino es infinito, hoy es acá, mañana es allá, el destino separado en sílabas, a puro pie izquierdo y derecho.

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