La noche habia caido y ya jugaba el final de su primera mitad, así como ese otoño primaveral.
Ella conocia muy bien esa plaza, que descansaba del esparcimiento de los vecinos y llevo a su amada a un lugar a media luz, a mucho pasto, esa lomita era ideal para contemplar el infinito cielo.
Mas cerca del asfalto se habian dejado llevar por algun humo, la conexion y escupida de palabras se les terminó cuando se recostaron, callaron al mismo tiempo.
Una de ellas rió, asi expreso su felicidad por el momento. Su compañera quizo enfrascar ese momentito, entonces antes de cerrar los ojos miró esa luna brillante, que también fue su primer imagen al abrirlos.
El relente de esa noche se sentia un poquito mas en el pasto, y lo ignoraron al besarse.
Y nada mas sabián sobre algún futuro. Sabian que estaban perdiendose, por una, por la otra, por ambas. Ese momento lo necesitaban, lo debian tener.
De idas y venidas se plantearia su vida, remolinos y arco iris por doquier.
en esa plaza, en la luna, en su vida, en júpiter.